9. Alza la vista y ve cómo allá abajo empiezan a circular los primeros coches y autobuses del día que ya clarea. Lentamente, cruzando el mar, un aún tímido sol le acaricia con sus rayos la espalda. Es una de las experiencias más placenteras, el coqueteo del sol invernal que le calienta gratuitamente. – Llega a lo alto de una loma y se siente el rey del mundo. Galopa soberanamente entre matojos y zarzas, sin levantar la vista del suelo para no tropezar. De vez en cuando mira al cielo, mientras un pájaro vuela ladera abajo en busca de corrientes cálidas. - EL CORREDOR DE FONDO