3/12/25

4. El canto de cisne de esta generación abandonada fue él spot de la tónica Royal Bliss y su terrorífico lema: “Nacimos tarde”. Una generación que, frente a la ausencia de horizonte, convirtió la noche en su única patria. “Nacimos tarde para cambiar el mundo, pero a tiempo para vivirlo intensamente”, dice la voz en off del spot, mientras los jóvenes bailan sobre el vacío y se refugian en la exaltación de lo efímero, en el culto al yo, en la liturgia del placer inmediato. No son culpables. No eligieron el hedonismo como fe, lo heredaron como consuelo. Llegaron a un mundo en ruinas donde la única trascendencia posible era el orgasmo, la única salvación, fotografiar el instante. Pero incluso en ese goce sin esperanza, late una nostalgia de absoluto. En la euforia de la pista de baile, en el polvo fugaz, en la noche que parece no terminar, persiste una sed de infinito que no se sacia.