3/12/25

1. ROSALÍA, LOS HEREDEROS DEL VACÍO Y EL RETORNO A LA FE (por Eduardo Infante) - Tras la resaca del individualismo, resurge el ansia de comunidad; tras la saturación del deseo, el anhelo de sentido. No es una vuelta al dogma, sino al asombro. Los mismos jóvenes que crecieron confinados entre pantallas y algoritmos descubren, con desconcierto para sus padres, que el alma existe. - En su último trabajo, Rosalía parece obedecer a un antiguo mandato pitagórico: “Apártate de los caminos frecuentados y camina por los senderos.” La vemos desviarse de la autopista del éxito, abandonar el ruido cegador del neón y adentrarse en un sendero casi borrado por el tiempo. La maleza lo cubre, la naturaleza lo ha reclamado; apenas quedan huellas de quienes antes de ella lo recorrieron en busca de lo sagrado. No es un camino fácil: el suelo se desploma a cada paso, la luz se filtra a ráfagas, y cada movimiento hacia delante requiere un acto de fe. Pero su voz, más desnuda que nunca, avanza entre la penumbra, internándose en ese bosque del alma donde el mundo moderno ya no se atreve a poner un pie.