21/9/25

8. «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados» (Mt 5,6). Con esta bienaventuranza, el Señor Jesús quiso expresar la tensión espiritual a la que es necesario estar abiertos, no sólo para alcanzar una verdadera justicia, sino sobre todo para buscarla, en particular, aquellos que deben aplicarla en las diferentes situaciones históricas. Tener “hambre y sed” de justicia significa ser conscientes de que exige el esfuerzo personal de interpretar la ley de la manera más humana posible, pero también pide aspirar a una “saciedad” que solo puede cumplirse en una justicia mayor, que trasciende las situaciones particulares. - JUBILEO DE LOS TRABAJADORES POR LA JUSTICIA. (PAPA LEÓN XIV)