30/9/25

5. Al parecer esto les sucedía ya a los griegos, pues otro filósofo, llamado Zenón, les recordó en una de sus máximas que “tenemos dos orejas y una boca, para escuchar el doble de lo que hablamos”. La persona que comparte sus confidencias no espera nuestra fórmula mágica. Si no somos especialistas, nuestro papel es mucho más sencillo: acompañar. – ANTIFONTE VENDÍA CONSUELOS