"Jesús terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él. Él entró y se puso a la mesa. - Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer... "Este fariseo no puede dejar de lado la formación recibida, en la que se carga el acento en lo puramente formal, de ahí que al observar que Jesús no guarda la tradición de los mayores; no se lavó las manos antes de comer, generando el asombro del anfitrión. (Comento de Antonio Bueno Espinar)