Cf. Sal 20,4; cf. Jb 31, 18; cf. Ef 3, 18; Sal 30, 20 - Te adelantaste, Señor, a bendecirme con tu amor, el cual fue creciendo conmigo desde mi infancia; * y aun ahora no alcanzo a comprender la profundidad de tu amor. - ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles!