9. La soledad cataliza el viaje hacia la propia génesis. El solitario se da cuenta de que sus ser es el resultado de un encuentro; que no estaría aquí si su madre y su padre no se hubieran abrazado y entregado, la una al otro. Adquiere conciencia de que estar aquí es un maravilloso don que podría no haber existido jamás. Al descubrir su propia raíz, intuye episodios dolorosos y punzantes, difíciles de aceptar; aunque la soledad abra paso al proceso de reconciliación. - REMEMORAR: EL PASADO OBSERVADO