9. CARIDAD INMEDIATA. Más recuerdos y anécdotas sobre las respuestas del cardenal Krakewski a los medios, empezando por el almuerzo de, ayer, en el Vaticano con 16 personas pobres de las duchas bajo la columnata de San Pedro. "En la mesa, usábamos manteles de la mejor calidad y cubiertos de verdad, no de plata. Al salir, uno de ellos me dijo: '¿Por qué nos tratan así? No somos nadie'. Le respondí: 'Eso es lo que haría Jesús'. Así les devolvemos la dignidad. Vienen al Vaticano sin documentos, cargando con sus mochilas, que son su hogar. Les devolvemos la dignidad con nuestro trato". - El Limosnero ilustró aún más el mecanismo de caridad establecido por Francisco y continuado por León XIV. «Hay fundaciones bien estructuradas que consumen el 70% de lo que recaudan y envían el resto a los pobres. No necesitamos esto; los recursos deberían servir a los pobres. Enviamos mucho dinero a todo el mundo para ayudar a las comunidades vulnerables. Si hay una necesidad, respondemos al día siguiente; en las instalaciones, tardamos tres meses». - Al respecto, el cardenal recordó el día en que las fuertes lluvias dejaron a muchas personas sin hogar en el barrio romano de Primavalle: «Era sábado, el Papa Francisco me llamó y me dijo: 'Ve allí, lleva el dinero, paga los hoteles de los que están fuera'. 'Santidad, es sábado, los bancos están cerrados'. 'Entonces, no eres limosnero'. A partir de ese momento, parte del dinero siempre está en la Oficina de Limosneros... Para medicamentos, pagamos unos 20.000 al mes a la Farmacia Vaticana. La gente recibe medicamentos gratis. Francisco me dijo una vez: '¿Tan poco?' Y el Pontífice argentino le dijo una vez a Krajewski: «Si no les das el dinero a los pobres, irás al infierno». «Así que», bromeó el limosnero, «puedes estar seguro de que no lo quiero».