18/12/25

Despertarse. José se despierta del sueño que ha tenido y acepta la voluntad de Dios, el plan de Dios sigue adelante, un sí de fidelidad y amor que funda una familia, que da cobijo y compañía a Dios-con-nosotros. José abandona así el mal sueño de repudiar a María, un sueño que conduce a la muerte, a la marginación, a dar más importancia al pecado que a la persona, a la ley que a quien le afecta. José despierta del sueño de Dios para hacer su voluntad, y del mal sueño de repudiar a María para vivir una vida con ella como hombre justo que es. Despertar del sueño para vivir el proyecto de Dios en la tierra nos da la posibilidad de hacer presente a Jesús con nuestros actos y palabras. No nos quedemos en la bondad del sueño, pasemos a la acción con nuestro sí, con nuestro compromiso. De los sueños hay que despertar para vivir en nuestro mundo aquello para lo que estamos llamados. José despertó, estaba llamado a amar mucho, a darse por completo, a fundar una familia, a cuidar a un niño, a ponerse en manos de Dios. Así se convierte en gran protagonista de la presencia de Dios en la historia, hecho hombre, nacido de mujer, miembro de una familia con José como padre. #BNdiaria