21/12/25

5. El capitalismo contemporáneo, según Han, “odia el vacío y el silencio”. Esta lógica ha inculcado el temor a los momentos de inactividad, a la ausencia de estímulos y a la falta de pruebas digitales de que se está haciendo algo. Sin embargo, el filósofo defiende que es precisamente en esos periodos improductivos, anónimos y silenciosos donde las personas recuperan su soberanía. Alejados del bullicio exterior, se restablece el derecho a escucharse y a existir sin que nadie evalúe el rendimiento individual. - QUEDARSE EN CASA