17/10/25

TU ERES MI REFUGIO, ME RODEAS CON CANTOS DE LIBERACIÓN. Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. y en cuyo espíritu no hay engaño. Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor mí culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. Alegraos, justos, y gozad con el Señor; aclamadlo los de corazón sincero. SALMO 31