18/10/25

LA IGLESIA Y EL MUNDO NO NECESITAN PERSONAS QUE CUMPLEN CON SUS DEBERES RELIGIOSOS MOSTRANDO SU FE COMO UNA ETIQUETA EXTERIOR; necesitan, en cambio, obreros deseosos de trabajar en el campo de la misión, discípulos enamorados que den testimonio del Reino de Dios dondequiera que se encuentren. "Designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies". (Comento de papa León XIV)