Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste las palabras de mi boca; DELANTE DE LOS ÁNGELES TAÑERÉ PARA TI; me postraré hacia tu santuario. Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de tu boca; canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande. SALMO 137