4/9/25

LAS PALABRAS DE LOS PAPAS: La multitud se agolpa en torno a Jesús, mientras algunos pescadores decepcionados, entre ellos Simón Pedro, lavan sus redes después de una noche de pesca que salió mal. Y he aquí que Jesús sube a la barca de Simón; luego lo invita a ir mar adentro y echar de nuevo las redes (cf. Lc 5,1-4). (…) No era una hora adecuada para pescar, era pleno día, pero Pedro confía en Jesús. No se apoya en las estrategias de los pescadores, que conocía bien, sino que se apoya en la novedad de Jesús. Aquel asombro que lo movía a hacer aquello que Jesús le decía. Lo mismo ocurre con nosotros: si acogemos al Señor en nuestra barca, podemos ir mar adentro. Con Jesús se navega por el mar de la vida sin miedo, sin ceder a la decepción cuando no se pesca nada, y sin ceder al “no hay nada más que hacer”. Siempre, tanto en la vida personal como en la vida de la Iglesia y de la sociedad, se puede hacer algo que sea hermoso y valiente: siempre. Siempre podemos volver a empezar, el Señor siempre nos invita a volver a ponernos en juego porque Él abre nuevas posibilidades. Aceptemos, pues, la invitación: ahuyentemos el pesimismo y la desconfianza y entremos mar adentro con Jesús. Incluso nuestra pequeña barca vacía será testigo de una pesca milagrosa. (Papa Francisco - Ángelus, 6 de febrero de 2022)