24/9/25

Bendito sea Dios, que vive eternamente; y cuyo reino dura por los siglos. Él azota y se compadece, hunde hasta el abismo y saca de él, y no hay quien escape de su mano. Dadle gracias, hijos de Israel, ante los gentiles, porque él nos dispersó entre ellos. Proclamad allí su grandeza. Ensalzadlo ante todos los vivientes: que él es nuestro Dios y Señor, nuestro padre por todos los siglos. R/. Él nos azota por nuestros delitos, pero se compadecerá de nuevo, y os congregará de entre las naciones por donde estáis dispersados. Que todos alaben al Señor y le den gracias en Jerusalén. TOBÍAS 13