13/9/25

6. Provocar la muerte - dice Grange - va contra el juramento hipocrático que exige acompañar al moribundo hasta sus últimos momentos, garantizándole los cuidados necesarios y la salvaguarda de su dignidad. Después de asistir durante veinticinco años a miles de enfermos terminales que se sentían aliviados de su dolor y acompañados, Grange constata que sólo tres persistierron en la demanda de la inyección letal. - CONTRACORRIENTE