1. La reflexión del Cardenal prefecto, Víctor Manuel Fernández ante los nuevos obispos: "NO ES SOLO LLEGAR A TODOS, SINO "CON" TODOS". "Sinodalidad. ¡Por supuesto que sí!": "El llamado a la sinodalidad es un signo de los tiempos, que debemos apoyar con convicción porque beneficia a la Iglesia. El mayor riesgo es perder la oportunidad de lograr una verdadera renovación, una renovación que toda la Iglesia necesita para no desaparecer". "Es una forma de ser y actuar que debe caracterizar a toda la Iglesia, desde la capilla más remota del campo hasta la Iglesia universal. Y consiste en caminar juntos, en dar cabida a todos para que cada uno pueda aportar su contribución de diversas maneras". Este camino sinodal en el que está involucrado pasa también por una "transformación misionera hacia los que están lejos", así como "la «conversión sinodal» de la jerarquía", pero también "canales de participación popular que requieren cambios en las estructuras y los procedimientos".