5. Constatamos que el ser humano es capaz de percibir una llamada y acogerrla, de responder y de tomar postura frente a ella. La vocatio, en sentido etimológico, es la llamada. El ser humano no sólo es capaz, en virtud de su inteligencia espiritual, de trascenderse, de tomar distancia respecto al medio natural y respecto de sí mismo, sino que, además, es ser receptivo a una llamada. Es lo que tradiconalmente se denominó vocación, pero que no sólo debe ser entendido en un sentido religioso. - LA LLAMADA INTERIOR